Categoría: Asistencia sanitaria
Las compa?ías farmacéuticas financian sistemáticamente a grupos de pacientes que presionan al organismo de control de medicamentos del NHS para que apruebe la comercialización de sus fármacos,

Traducido de Drug firms funding UK patient groups that lobby for NHS approval of medicines
Resumen:
Las compa?ías farmacéuticas financian sistemáticamente a grupos de pacientes que presionan al organismo de control de medicamentos del NHS para que apruebe la comercialización de sus fármacos, según revela el Observer.
Una investigación de The Observer ha descubierto que de 173 evaluaciones de medicamentos realizadas por el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia en la Atención (Niza) desde abril de 2021, 138 involucraron a grupos de pacientes que tenían un vínculo financiero con el fabricante del medicamento que se estaba evaluando, o que han recibido financiación desde entonces.
A menudo, los intereses financieros no se revelaron claramente en los documentos de transparencia del NICE. Muchas de las asociaciones que recibieron los pagos hicieron apasionadas peticiones al organismo de control de medicamentos de Inglaterra para que se aprobaran tratamientos para enfermedades y dolencias como el cáncer, las cardiopatías, la migra?a y la diabetes. Otros presentaron recursos contra decisiones del NICE en las que se denegaban medicamentos por ser demasiado caros.
Según se?alo Martin McKee, experto en salud pública y ex presidente de la Asociación Médica Británica, afirmó que la financiación de grupos de pacientes por parte de la industria es ?motivo de preocupación desde hace tiempo?, y a?adió: ?Los mecanismos de gestión de conflictos de intereses no son adecuados?
Este fin de semana, NICE declaró que estaba estudiando las cuestiones planteadas. Afirmó que sus evaluaciones se habían visto ?enormemente reforzadas por la voz de los pacientes? y que contaba con ?procesos sólidos? que le permitían ?hacer recomendaciones basadas en un análisis cuidadoso de todas las pruebas? frente a las ?presiones de todo el ecosistema sanitario?.
Los grupos de pacientes identificados en el análisis negaron rotundamente haber sido influenciados por financiación alguna y afirmaron haber cumplido las normas de NICE
La Asociación de la Industria Farmacéutica Británica (ABPI) dijo que las compa?ías farmacéuticas tenían prohibido pagar a grupos de pacientes para abogar por sus productos en las evaluaciones de Niza.
Sin embargo, un estudio realizado por académicos de la London School of Economics descubrió que ?casi todos los fondos (90%) de las empresas farmacéuticas se destinaban a organizaciones de pacientes… alineadas con las carteras de medicamentos aprobados y los proyectos de investigación y desarrollo de las empresas?.
Traducción de Drug firms funding UK patient groups that lobby for NHS approval of medicines
Texto completo traducido aquí
Do Younger or Older Doctors Get Better Results?
?Obtienen mejores resultados los médicos más jóvenes que los mayores?
La eficacia de un médico tiene menos que ver con la edad que con el número de pacientes que atiende y con su capacidad para mantenerse al día de las nuevas investigaciones.
Traducción de Do Younger or Older Doctors Get Better Results? por Anupam B. Jena y Christopher Worsham publicado en The Wall Street Journal el 8/7/2023
Imagina que te ingresan en el hospital y conoces por primera vez al médico que te atiende. ?Quién esperas que entre por esa puerta? ?Preferirías que tuviera más de 50 a?os y muchas canas, o que tuviera más de 30 y acabara de terminar la residencia?
En un estudio publicado en 2017, uno de nosotros (el Dr. Jena) y sus colegas se propusieron arrojar algo de luz sobre el papel de la edad cuando se trata de internistas que tratan a pacientes en hospitales. Estos médicos (conocidos como hospitalistas en USA) proporcionan la mayor parte de la atención a los pacientes de edad avanzada hospitalizados en EE. UU. con algunas de las enfermedades agudas más comunes, como infecciones graves, insuficiencia orgánica y problemas cardíacos.
En gran parte de la atención médica, los pacientes eligen a sus médicos basándose en aspectos como el trato con el paciente, la experiencia percibida, la capacidad de respuesta y otros atributos imposibles de deducir. Sin embargo, los pacientes hospitalizados no pueden decidir qué medico les atenderá, sino que son atendidos por el médico que esté de guardia en ese momento. Los médicos suelen cubrir el hospital en bloques de una o dos semanas cada vez.
Utilizamos los datos de Medicare sobre pacientes mayores de 65 a?os, y una base de datos que contiene las edades de los médicos, identificamos entre 2011 y 2013. unas 737.000 hospitalizaciones no electivas gestionadas por unos 19.000 médicos (hospitalistas) diferentes. Dividimos a los pacientes en cuatro grupos diferentes en función de la edad del médico que los trató: médicos de menos de 40 a?os, de 40 a 49 a?os, de 50 a 59 a?os y de 60 a?os en adelante.
Obviamente, los médicos de más edad tenían más a?os de experiencia desde que terminaron la residencia: los menores de 40 a?os tenían una media de 4,9 a?os de experiencia tras la residencia, mientras que los mayores de 60 a?os tenían 28,6 a?os. También era más probable que los médicos de más edad sean hombres: el 61% de los médicos menores de 40 a?os son hombres, frente al 84% de los médicos mayores de 60 a?os, lo que refleja el cambio en la composición por sexos que se ha producido en nuestra profesión en las últimas décadas.
Un porcentaje de pacientes hospitalizados sobrevivirá o morirá independientemente de quién sea su médico, pero para otros, el juicio clínico, la toma de decisiones y la habilidad técnica de su médico pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Asociación entre la edad del médico y la mortalidad del paciente a los 30 días en pacientes ingresados en el hospital.
El siguiente paso, por tanto, fue comparar las tasas de mortalidad a los 30 días entre los cuatro grupos de edades diferentes. Nuestro modelo estadístico reveló que, a medida que los médicos envejecían, sus pacientes presentaban tasas de mortalidad más elevadas. La tasa de los médicos menores de 40 a?os era del 10,8%, y aumentaba al 11,1% en el grupo de 40-49 a?os, al 11,3% en el grupo de 50-59 a?os y al 12,1% en el grupo de más de 60 a?os.
Para poner estas cifras en perspectiva, los resultados sugerían que si los médicos mayores de 60 a?os atendían a 1.000 pacientes, 13 pacientes que murieron a su cuidado habrían sobrevivido si hubieran sido atendidos por médicos menores de 40 a?os. Se repitió el análisis utilizando las tasas de mortalidad a 60 y 90 días, por si los resultados a más largo plazo hubieran sido diferentes, pero, una vez más, el patrón persistió: los médicos más jóvenes obtuvieron mejores resultados que sus compa?eros con más experiencia. De ahí surgió la pregunta inevitable: ?Por qué?
Hay dos explicaciones posibles. La primera es que exista un verdadero efecto de la edad, en el que el mero hecho de ser mayor provoque cambios en la forma de ejercer la medicina, lo que se traduce en una mayor mortalidad. Quizá los médicos de más edad confíen demasiado en su experiencia y piensen que ?han visto un caso así un millón de veces?, por lo que no aciertan en diagnósticos delicados.
La otra, que nos parece más probable, es que los médicos mayores y los más jóvenes hagan las cosas de forma diferente simplemente porque se formaron en épocas distintas. Los médicos más jóvenes poseen conocimientos clínicos más actuales. Si los médicos mayores no se han mantenido al día de los últimos avances en investigación y tecnología, o si no siguen las directrices más recientes, su atención puede no ser tan buena como la de sus colegas más jóvenes.
Una forma de que los médicos se mantengan al día es simplemente atendiendo a los pacientes. Cuando los pacientes acuden a nosotros con un diagnóstico determinado, esto puede incitarnos a consultar las últimas investigaciones, directrices o recomendaciones para esa enfermedad. Los medicamentos son la principal herramienta del internista; dado que se desarrollan nuevos y mejores fármacos a un ritmo (relativamente) rápido, atender a un gran volumen de pacientes es una buena forma de mantenerse al día.
Para ver si esto era así, repetimos el análisis, pero esta vez dividimos a los médicos en función de la edad y el volumen de casos. Comprobamos que, en el caso de los médicos de ?bajo volumen?, la mortalidad era mayor entre los de más edad. En el caso de los médicos de ?volumen medio?, el patrón era menos pronunciado. Y en el caso de los médicos de ?gran volumen?, el patrón desaparecía por completo. En la práctica, mientras un médico atienda a un número suficiente de pacientes, su edad es irrelevante para la atención que presta.
?Significa esto que, en conjunto, los médicos jóvenes son ?mejores? que los mayores? Este estudio sugiere que si por ?mejor? se entiende que un medico tenga una menor mortalidad a los 30 días, entonces habría que decir que sí. Pero, ?Qué ocurre con los cirujanos, que además de su capacidad diagnóstica requieren habilidades técnicas que dependen de la experiencia y de su ?memoria motriz??
Para averiguarlo, otro estudio del Dr. Jena y sus colegas analizó a unos 900.000 pacientes de Medicare que se sometieron a cirugías mayores comunes no electivas (por ejemplo, reparación urgente de fractura de cadera o cirugía de vesícula biliar) realizadas por unos 46.000 cirujanos de distintas edades. Elegimos la cirugía no electiva porque los pacientes no tienen mucho control sobre su cirujano cuando acuden con un problema urgente o emergente. Al igual que ocurre con los internistas de hospital, acaban siendo asignados al cirujano de turno de forma aleatoria. Al igual que antes, los pacientes se dividieron en cuatro grupos en función de la edad de su cirujano, y utilizamos un modelo estadístico para calcular la tasa de mortalidad a los 30 días de la intervención.
Los resultados mostraron que, a diferencia de los internistas, los cirujanos mejoraban con la edad. Las tasas de mortalidad de sus pacientes disminuían ligera, pero significativamente a medida que envejecían: la mortalidad era del 6,6% para los cirujanos menores de 40 a?os, del 6,5% para los cirujanos de 40-49 a?os, del 6,4% para los cirujanos de 50-59 a?os y del 6,3% para los cirujanos mayores de 60 a?os.
Está claro que aquí ocurre algo diferente. Es posible que para los internistas, el beneficio de una experiencia cada vez mayor empiece a verse superado por su conocimiento cada vez menor de los cuidados más actualizados. Sin embargo, es diferente para los cirujanos, que perfeccionan muchas de sus habilidades en el quirófano. Los cirujanos adquieren memoria motriz (muscle memory) mediante la repetición, trabajando en espacios reducidos con una anatomía compleja. Aprenden a prever los problemas técnicos antes de que se produzcan y a planificarlos basándose en la experiencia previa. Con el tiempo, adquieren una mayor destreza técnica en una mayor variedad de situaciones, aprenden a evitar mejor las complicaciones y a elegir mejores estrategias quirúrgicas.
?Qué significa esto para los pacientes cuando conocemos a un nuevo médico? Si tomamos en conjunto los estudios sobre internistas y cirujanos, está claro que la edad de un médico no es algo que pueda descartarse de plano -la edad sí importa-, pero tampoco puede considerarse de forma aislada. Si nos preocupa la calidad de la atención que recibimos, las preguntas que merece la pena hacerse no son ??Cuántos a?os tiene??, ni siquiera ??Cuántos a?os de experiencia tiene??, sino más bien ??Tiene mucha experiencia atendiendo a pacientes en mi situación?? o ??Qué hace para mantenerse al día en la investigación??.
Los doctores Jena y Worsham son investigadores en Harvard y ejercen la medicina en el Hospital General de Massachusetts. Este ensayo es una adaptación de su nuevo libro, ?Random Acts of Medicine: The Hidden Forces That Sway Doctors, Impact Patients, and Shape Our Health?, publicado el 11 de julio por Doubleday.
El impacto de la continuidad interpersonal de la atención primaria en los costes y el uso de la asistencia sanitaria: Una revisión crítica
Andrew Bazemore, Zach Merenstein, Lara Handler and John W. Saultz The Annals of Family Medicine May 2023, 21 (3) 274-279; DOI: https://doi.org/10.1370/afm.296
OBJETIVO Se ha demostrado que la continuidad interpersonal* desempe?a un papel esencial en los efectos saludables de la atención primaria. En medio de 2 décadas de rápida evolución en el modelo de pago de la atención sanitaria, hemos intentado resumir la literatura revisada por pares que relaciona la continuidad con los costes y el uso de la atención sanitaria, información fundamental para evaluar la necesidad de medir la continuidad en el dise?o de pagos basados en el valor.
M?TODOS Tras revisar exhaustivamente la literatura previa sobre continuidad, utilizamos una combinación de descriptores (MeSH) establecidos y palabras clave para buscar en PubMed, Embase y Scopus artículos publicados entre 2002 y 2022 sobre “continuity of care” y “continuity of patient care,” , y resultados relevantes para el pagador, incluido el coste de la atención, los costes de la atención sanitaria, el coste de la atención sanitaria, el coste total de la atención, la utilización, las afecciones sensibles a la atención ambulatoria y las hospitalizaciones por estas afecciones. Limitamos nuestra búsqueda a palabras clave de atención primaria (primary care), términos MeSH y otro vocabulario controlado, incluyendo primary care, primary health care, family medicine, family practice, pediatrics, and internal medicine
RESULTADOS La búsqueda proporcionó 83 artículos que describían estudios publicados entre 2002 y 2022. De ellos, 18 estudios con un total de 18 resultados únicos examinaron la asociación entre la continuidad y los costes de la asistencia sanitaria, y 79 estudios con un total de 142 resultados únicos evaluaron la asociación entre la continuidad y el uso de la asistencia sanitaria. La continuidad interpersonal se asoció con costes significativamente más bajos o un uso más favorable para 109 de los 160 resultados.
CONCLUSIONES En la actualidad, la continuidad interpersonal sigue estando significativamente asociada con menores costes sanitarios y un uso más adecuado. Se necesita más investigación para desglosar estas asociaciones a nivel clínico, de equipo, de práctica y de sistema, pero la evaluación de la continuidad es claramente importante para dise?ar el pago basado en el valor para la atención primaria.
*La continuidad interpersonal de la atención médica, se define como la relación continua entre médico y paciente, fue etiquetada como un atributo fundamental de la atención primaria de alta calidad en dos informes seminales de la Academia Nacional de Medicina.
?Prohibir trabajar en el exterior durante las olas de altas temperaturas para evitar muertes por golpe de calor?
Mejor regularlo.
Y cuidar de ancianos polimedicados y pobres, y de vagabundos, que son la mayoría que sufre golpes de calor.
por Juan Gérvas, Doctor en Medicina, médico general jubilado, Equipo CESCA, Madrid, Espa?a. jjgervas@gmail.com @JuanGrvas
Regular el trabajo en el exterior durante las olas de altas temperaturas
?Ha visto la polémica sobre prohibir trabajar en el exterior con altas temperaturas?
Lo que habría que hacer es ?regularlo?, como está regulado el trabajo en un alto horno en los lugares con altísima temperatura.
Demagogia
?Ha visto la demagogia a favor y en contra?
Dicen, por ejemplo, respecto a la gráfica que sigue:

En Datos RTVE
“?Veis a la línea roja? Pues es la línea que representa al a?o 2022. El resto de líneas es de a?os anteriores. Esto va dedicado a toda esa gente que está diciendo que les parece mal prohibir trabajar al aire libre en plena ola de calor”.
Es un comentario demagógico porque sugiere que la mayoría de los casos y de las muertes por golpe de calor se da en trabajadores. Y es cierto que hay algunas muertes atribuibles a accidente laboral por golpe de calor, y ello es injustificable y habría que tomar medidas para que nadie muera en el trabajo.
Casos y muertes por golpe de calor, cuestión social
En la mayoría de los casos y muertes por golpe de calor es cosa de viejos polimedicados y de pobres. Son muertes ?sociales? como demuestra esta tesis doctoral del Hospital del Mar en Barcelona. En especial los casos y muertes tienen que ver con los médicos y los servicios sociales dado el impacto de medicamentos y otras drogas y la pésima calidad de las viviendas.
En este estudio hubo 12 muertes siendo 7 de ellas en ancianos, 2 en pacientes con VIH, 1 en indigente con cirrosis alcohólica y 2 en otros casos.

En las olas de calor, y siempre, convendría revisar los tratamientos de los ancianos para deprescribir y dejar sólo lo esencial. Y sobre todo, tomar contacto e intentar prevenir el da?o cuando se combina polimedicación, pobreza y vivienda de mala calidad. Lo mismo? respecto a indigentes y vagabundos y a los usuarios de drogas ilegales.
Autopsias
Los forenses saben de esto, del levantamiento de cadáveres en casos de golpe de calor, que suele ser de pobres. O como comenta un forense “levantamiento de cadáveres en los cajeros automáticos de los bancos, y no suele ser ni de clientes ni de banqueros”.
Por no imaginar la de cientos de ancianos, indigentes y usuarios de drogas ilegales que mueren por golpe de calor y en los que ni siquiera se sospecha tal causa.
Sobre la experiencia forense vale la pena leer la descripción de dos casos “clásicos”, de un vagabundo y de un anciano polimedicado. Ninguna de ellos fue incluido en las estadísticas oficiales provisionales.
Síntesis
Las olas de calor se acompa?an de un incremento de las muertes por golpe de calor. Estas muertes no se distribuyen al azar y para su prevención hay que tener en cuenta el trabajo en el exterior, que habría que regular, y sobre todo a ancianos pobres polimedicados, habitantes de viviendas de baja calidad, y a vagabundos e indigentes y consumidores de drogas ilegales.
Una guía en cuatro minutos de rudimentos sobre la salud y la asistencia sanitaria para los responsables de mantener los sistemas sanitarios.
Traducción de A four minute guide to the rudiments of health and healthcare for those responsible for maintaining health systems por Richard Smith, publicado en BMJ en https://doi.org/10.1136/bmj.p107
Salud y sanidad son cosas distintas
Las conversaciones sobre salud se convierten rápidamente en conversaciones sobre sanidad, pero la sanidad se ocupa sobre todo de la enfermedad. La salud no es un producto de los sistemas sanitarios.
La sanidad sólo representa el 10% de la salud
La salud es difícil, probablemente imposible, de definir, pero según cualquier definición la asistencia sanitaria sólo representa alrededor del 10% de la salud. La salud de las personas viene determinada por otros factores: sus circunstancias vitales, su entorno, sus genes y su estilo de vida, todos ellos entremezclados.
El aumento de la financiación sanitaria empeora paradójicamente la salud
Gastar más en sanidad desplaza la financiación de las prestaciones, las pensiones, la educación, la vivienda, el transporte público, el redise?o urbano, las artes, los deportes y otras actividades que son más importantes para la salud que la sanidad. Se crea así un círculo vicioso en el que una peor salud se traduce en más enfermedades que el sistema sanitario debe ayudar a tratar.
Los costes de la asistencia sanitaria aumentan sobre todo por las posibilidades de hacer más para responder a las enfermedades
Los costes de la sanidad han aumentado más deprisa que la inflación desde que se puso en marcha el SNS y otros sistemas sanitarios, principalmente a causa de las nuevas pruebas y tratamientos. Siempre se dice que los costes aumentan por el envejecimiento de la población, pero ese no es el principal factor, aunque son las personas mayores las que consumen la mayoría de las nuevas pruebas y tratamientos.
El aumento de la oferta es un importante motor de la demanda
Más médicos, más tratamientos, más pruebas y más camas de cuidados intensivos significan más actividad. Las unidades de cuidados intensivos se llenan igual que las nuevas carreteras y las nuevas cárceles, y la gente, sobre todo los moribundos, está ansiosa por someterse a tratamientos que pueden prolongar su vida (aunque a menudo no lo consiguen).
Una vida más larga va acompa?ada de periodos más largos de mala salud
En los a?os 80 nació una idea muy atractiva: la ?compresión de la morbilidad?. La idea era que la duración de la vida era fija -en torno a los 85 a?os- y que la mejora del entorno y de la asistencia sanitaria implicaría que las personas gozarían cada vez de mejor salud, comprimiendo el tiempo entre la aparición de la enfermedad y la inevitable muerte a los 85 a?os. La enfermedad se reduciría y los costes bajarían. Por desgracia, la ?compresión de la morbilidad? sigue siendo una fantasía. La duración de la vida ha aumentado (hasta hace poco, cuando disminuyó para muchos) y el tiempo que se pasa con mala salud ha aumentado aún más.
La prevención no es más barata que el tratamiento, sobre todo a largo plazo
Principalmente por la razón descrita anteriormente, la prevención no suele ser más barata que el tratamiento, sobre todo a largo plazo.
Pocos pacientes se curan
Cuando se creó el SNS, la enfermedad se debía principalmente a enfermedades infecciosas y traumatismos, ambas potencialmente reversibles o ?curables?. Ahora, la mayor parte de la asistencia sanitaria se ocupa de personas con múltiples enfermedades de larga duración que no pueden curarse.
La división entre sanidad y asistencia social no tiene sentido
La mayoría de las muertes se deben ahora a la fragilidad (que podría llamarse vejez) y a la demencia. Estos pacientes al final de su vida necesitan cuidados, no tratamiento. Lo mismo ocurre con muchas personas discapacitadas. Tener asistencia sanitaria gratuita y cobrar por la asistencia social no tiene sentido, sobre todo con la capacidad de la asistencia sanitaria para consumir cada vez más recursos.
Hay grandes diferencias en todos los aspectos de la asistencia sanitaria
Dondequiera que se mire en la asistencia sanitaria -si la gente acude al médico por enfermedad, las derivaciones de los médicos de cabecera a los hospitales, las tasas de infección en los hospitales, las tasas de prescripción, los resultados de los tratamientos- se observa una enorme variación, la mayor parte de la cual no tiene explicación. Los intentos de reducir la variación han fracasado en gran medida.
El coste y la calidad de la asistencia sanitaria no están correlacionados
Si se paga más por un hotel o una botella de vino, se obtiene una experiencia mejor, pero no ocurre lo mismo con la asistencia sanitaria. La correlación entre coste y calidad es débil en la asistencia sanitaria, en parte por la enorme variación descrita anteriormente.
El bienestar de las personas con enfermedades de larga duración depende de ellas mismas y de sus cuidadores, no del sistema sanitario.
Si tiene meningitis, no será usted quien decida si vive o muere, sino los médicos. Pero por cada persona con meningitis hay decenas de miles con enfermedades de larga duración como diabetes, artritis, insuficiencia cardiaca y asma. Lo bien que les vaya a estas personas lo determinan principalmente ellas mismas y sus cuidadores: cómo reaccionan, qué comen, cómo hacen ejercicio y si cambian de vida y siguen sus tratamientos.
La mayoría de los cuidados no los prestan los profesionales sanitarios, sino la familia y los amigos.
Una persona que padece diabetes, cualquier enfermedad de larga duración o se está muriendo sólo ve a los profesionales sanitarios unas pocas horas al a?o. El resto del a?o deben ser atendidos por ellos mismos, sus familiares y amigos.
La asistencia sanitaria, en particular la hospitalaria, es peligrosa
Aproximadamente una de cada diez personas que ingresan en un hospital sufre un acontecimiento adverso, y aproximadamente una de cada cien morirá. La atención primaria es menos peligrosa.
La sanidad no puede reducir las desigualdades en salud
Las desigualdades en salud -por ejemplo, la diferencia de 15 a?os en la esperanza de vida entre ricos y pobres- vienen determinadas sobre todo por factores sociales (y políticos). La sanidad puede hacer poco contra las desigualdades.
Una mayor proporción de atención primaria respecto a la hospitalaria significa más satisfacción del paciente, mejores resultados y menores costes.
Los hospitales son la parte más cara del sistema sanitario y sistemáticamente se destina más dinero a los hospitales que a la atención primaria. Sin embargo, hace tiempo que sabemos que una mayor proporción de atención primaria respecto a la hospitalaria se traduce en una mayor satisfacción de los pacientes, mejores resultados y menores costes.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor http://www.DeepL.com/Translator